La soledad en tiempos de conexión

¿Qué está pasando en el mundo que hace de la soledad, un mal de todas las épocas, una epidemia actual que hay que combatir?

 

La sensación de soledad está en boca de todos algunos hablan de ella como una epidemia, así lo dice el Ministerio de Sanidad convirtiéndolo en un problema de salud pública, un problema social y sanitario que afecta a una gran parte de la población pero que sin embargo no encuentra una forma efectiva a la hora de resolverlo. 

La soledad, amiga detestable de Federico García Lorca en sus poemas, la de la familia Buendía lejos de la modernidad en la obra cumbre del célebre escritor Gabriel García Márquez y de la que Bécquer nos refería como  el imperio de la conciencia. Pero…

“La mejor manera de ser feliz con alguien es aprender a ser feliz solo. Así la compañía es una cuestión de elección y no de necesidad”

Mario Benedetti

Son muchos los estudios que se están haciendo sobre la soledad. En un reciente trabajo de 200 investigaciones se agrupó a una muestra de 300.000 individuos de todos lo continentes y afirmó que la epidemia de la soledad (entendida como aislamiento social) ya supera a la obesidad como amenaza para la salud pública. (Holt-Lunstad et al., 2015)

 


‘Peplau y Perlman (1982) la definen como la experiencia desagradable que ocurre cuando una red social de una persona es deficiente, bien cualitativa o cuantitativamente’

‘Weiss (1974): es una respuesta ante la ausencia de una provisión de relación particular’

‘Sullivan (1953): experiencia desagradable conectada con la insatisfacción de la necesidad de intimidad interpersonal’


 

‘LA SOLEDAD es un concepto dinámico subjetivo y existente en todos los tiempo como bien dice Ramona Rubio “No es un patrimonio de generaciones pasadas ni presentes. La soledad es un problema real de todas las cohortes y generaciones” (Rubio, et al., 2011, pp.310)’. 

Entendiendo los conceptos, como psicólogo, me gustaría que nos planteemos unas preguntas para que podamos hacer así un ejercicio de reflexión y de análisis con esta problemática y sobre todo con nuestra condición humana. 

¿Qué está sucediendo actualmente en nuestra vida y en la sociedad para que la soledad sea un problema mayor? Y sobre todo, ¿qué podemos hacer nosotros para evitar que futuras generaciones y la nuestra propia no sufra los duros estragos de la soledad y sus consecuencias?

Contestando a la primera pregunta puedo encontrar distintas causas, una de ellas y ya muy conocida, la evolución de la sociedad a un ritmo frenético donde casi sin darnos cuenta poco a poco nos sumergimos en un mundo al cual, posiblemente como  muchas otras generaciones, no se les ha preparado óptimamente para la vida, o dicho de otra manera: Hay una mala adaptación y/o desequilibrio entre los factores que constituyen la persona como son la identidad, personalidad, experiencia, educación y factores biológicos en contraposición con la vida que llevan en práctica. 

Si hablamos con aquellas personas que se sienten solas, que no saben qué hacer y les preguntamos por qué les invade la soledad, posiblemente la causa más común, es la desesperanza, la sensación de vacío, de incomprensión…No saber gestionar esa soledad y los acontecimientos que le llevaron a ella.

¿Cómo salir de la sensación de soledad?

Para salir de la soledad se tiene se tiene que construir en ella, en la pérdida, inexperiencia, en la necesidad, incomprensión, dependencia, depresión… Entender por qué has llegado hasta ella y qué diablos le pasa al mundo que, o no te entiende o no lo entiendes.  Sabes que hay algo de ti que te bloquea y qué no acabas de aprender cómo gestionarlo. Sabes que la ‘adaptación’ al mundo requiere dejar de sentir esa soledad dañina y no escogida y relacionarte pero se hace difícil bien por la falta de personas o por contestar con ellas desde una posición superficial y poco conectada con tu autenticidad.

Llegar hasta ahí se puede deber a muchos motivos, algunos conocidos y conscientes, y muchos otros desconocidos e inconscientes para la propia persona. Pero ambos motivos influencian a la  forma de vivir y actuar. Es aquí donde nos planteamos preguntas para reflexionar: 

¿Está preparada la persona para la vida real y asumir su trayectoria? 

¿La sociedad está preparada para seguir viviendo bajo los parámetros actuales? 

¿Cómo asumimos la evolución, la nuestra propia, la del propio mundo y nuestro entorno?  ¿Cómo lo gestionamos ? 

¿Qué hacer entre lo que se quiere y lo que se tiene entre lo deseado y lo alcanzado? 

¿La gente conoce la realidad de mi vida y mi forma de ser?

¿Digo lo que pienso y doy mi opinión, acojo la diferencia?

 

Éstas son algunas de las preguntas que una persona que se siente sola debería en un momento dado poder contestar y/o plantearse.

Generación tras generación surgen grandes cambios y de alguna manera la sociedad está sumergida en una nueva era. Me gustaría compararlo con el  Renacimiento, evidentemente en otro contexto propio de nuestro siglo y no del XIV-XVI. Pero, el individualismo, el hombre como centro del universo, son propios de ambos, eso sí, actualmente cercano a una sociedad con tendencia a la neurosis y la exaltación del arte desde el propio ego. 

La educación, las normas sociales y los valores no son iguales para todos, pero hay un salto abismal entre abuelos y padres y entre padres e hijos que hace que a la hora de afrontar la vida, un sector de la población, no adaptado a su entorno, no sepa qué hacer y cómo enfocar su presente ni futuro.  Diferencia pronunciada en los casos donde hay una gran dicotomía entre el sentido de lo que se ha aprendido y  vivido con lo experimentado y deseado en la vida.  

Esta situación genera confusión y malestar. Tus maestros, mentores, referentes, la autoridad se desvanece y hay una parte de ti que no lo quiere, no lo entiende. No se quiere quedar sólo frente a los  problemas. Quiere llenar ese vacío con compañía, comprensión, éxito, ayuda, venganza, odio….dependiendo de la experiencia vital y de cómo se haya generado la estructura psíquica de la persona formada también por instintos (Se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie y les hace responder de una misma forma ante determinados estímulos) y la pulsión ( fuerza que impulsa al sujeto a llevar a cabo una acción con el fin de satisfacer una tensión interna).

¿Quieres ayuda? ¿Necesitas aprender? ¿Necesitas adaptarte a las circunstancias?

Tener una familia, casarse, tener hijos, una casa, un coche….Serás feliz. Tendrás quien te cuide 

Este mensaje como muchos otros cada vez son más difusos, pero es con el que ha vivido una gran parte de la población occidental actual grabándose en su mente y usándolo de referencia, pero…

¿Os parece real este mensaje? 

Podríamos decir, que NO es así del todo y además está infravalorado en la actualidad y magnificado en otros tiempos. Una parte de la población lo busca pero sin el éxito de lo esperado, con lo que la soledad poco a poco va construyendo su espacio dando  ‘La ausencia de emociones positivas  en contraposición con la presencia de emociones negativas’  (Jong-Gierveld y Raadschelders) como la frustración, vacío, pérdida….va generando ‘Soledad Emocional’ y deconstruyendo el apego de las nuevas generaciones, por la falta de tiempo, espacio y adaptación a  los nuevos modelos sociales y de familia. 

  1. La falta de compromiso y el cambio de los sistemas, la familia, la escuela, las amistades. Los cambios de roles  y la carencia de continuidad en las relaciones dificultando echar raíces. ‘La sociedad líquida’ que de alguna manera vive pegada a la tecnología y abierta a todo el mundo pero desconoce el nombre de sus vecinos y de su entorno más cercano. 
  2. La tecnología aporta comunicación, sí, pero sólo frente a tu teléfono, tu ordenador…. Engañando a tu cerebro al poco esfuerzo y a una falsa compañía. Los tiempos, el ritmo han  cambiado como también la imagen del propio cuerpo y de los valores. La erotización de la especie y el culto a la imagen, hasta de los más pequeños, prevaleciendo al bienestar que puede aportar la compañía real, cercana y abierta a la diferencia. No quiero parecer pesimista, hay muchas cosas buenas en el avance y los cambios, pero requiere estudiar y trabajar en sus consecuencias y tomar conciencia de lo que supone a la sociedad. 
  3. La negación de lo que se considera negativo, valga la redundancia. Una sociedad o casi mejor dicho un individuo, especialmente occidental y capitalista, que se muestra perfecto. Los problemas o hacer asomo de ellos es signo de debilidad y de rechazo. En lugar de compartirlos, debatirlos, o pedir ayuda y consuelo se viven en soledad o incluso se disfrazan de un falso bienestar.
  4. La falta de debate, los likes, las parejas perfectas, los viajes y vidas soñadas, las experiencias, lo que se espera de ti…. La tendencia a enseñar y camuflar sin dar oportunidad a  otros aspectos y dificultades de la vida y del  día a día que en ocasiones se instalan en el individuo desembocando en la soledad. La carencia de expresión y de acogida, de comunidad, de compañía y de lo que es más importante para mi,  de realidad, porque cuando uno sea viejo, o no viejo,  y tenga un problema difícil de superar no será suficiente un like, ni un viaje. Querrás llenar ese vacío profundo que supone sentirse sólo y querrás hablar y compensar los problemas y el vacío del silencio ensordecedor del alma. 

 


Tres aspectos fundamentales de la soledad. Jong-Gierveld y Raadschelders

Características emocionales de la soledad que referencia la ausencia de emociones positivas en contraposición con la presencia de emociones negativas.

Privación de las relaciones. Abandono sentimientos de vacío y ausencia de apego íntimo. 

Temporalidad. Puede ser incambiable. Temporal o de resignación, es decir, causada por otros.


 

Seguramente si preguntamos a aquellos que se sienten solos que les ha pasado, saldrían muchos más motivos como es la pérdida de un ser querido, soñar algo que no llega, un amigo que no está, un cambio de ciclo  vital, la enfermedad, envejecer, aburrirse de la vida… Pero podríamos no acabar si entramos en cada uno de los detalles. 

Es bueno encontrar espacios donde estar abiertos al debate, al compromiso y a las propias necesidades de nuestra sociedad. 

¿Qué podemos hacer nosotros por ellos y así evitar que futuras generaciones o la nuestra propia no sufra los estragos de la soledad y sus consecuencias?

Si hemos de ser nosotros quien lo cambie tenemos que tomar conciencia,  aprender y enseñar a reajustar las emociones y la experiencia con los propios deseos. Sustituir el vacío de la soledad por herramientas prácticas, así como entornos de expresión y comunicación reales y cercanos, trabajar en una educación integral desde esferas educativas, políticas y sociales comprometidas con la sociedad.  

Requiere un tiempo y esfuerzo para todos y no extinguirá la soledad, evidentemente tiene su función y es necesaria, pero sí dejará de ser un mal mayor de éste y de futuros pueblos. Incluso conseguir que sea menor. 

‘Dejar el individualismo hermano del egoísmo a un lado ayudará’

No quiere decir que todos estén con todos, ni ser amigo de todo el mundo, ni vivir en una comuna ni generar un ideal utópico. El ser humano es complejo y cada uno requiere de diferentes cosas, no podemos llevar esto a la ligera. Incluso estar sólo, si se quiere, es una muy buena opción pero tenemos que cuidar nuestros sistemas y sobretodo tener un referente que se ocupe de ello, que nos enseñe y apoye. Una sociedad sana que se construya dejando de un lado su único y exclusivo beneficio y teniendo en cuenta los ciclos vitales del ser humano. 

‘Las personas son impulsadas biológicamente para formar lazos con los demás, pero el proceso de apego que forman está influenciado por las experiencias de aprendizaje’ (Fraley Shaver)

La soledad es un problema de todas las cohortes y generaciones, con lo que existirá siempre, pese que la estructura que la consolida va cambiando de generación en generación. El individuo está siempre en proceso. 

Trabajar la soledad es trabajar la educación, es trabajar la política, es trabajar con uno mismo y es trabajar en compromiso con una sociedad que evoluciona más rápido de lo que se adapta. 

Herramientas y propuestas de combate para la soledad

  • Cuidar el Apego y el vínculo social 
  • Integración de las emociones y las necesidades individuales 
  • Valores reales y sanos 
  • Referentes de autoridad, mentores y maestros 
  • Educación vital y cercana a la actualidad
  • Sanidad integral 
  • Compromiso y Alianzas  
  • Familia, amigos y entornos donde expresarse cómodamente 
  • Realismo y educación frente a la vida y sus etapas 
  • Grupo de calle ( Conectados pero no solos) 
  • Implicación política y ciudadana. 

 

‘…encuentro a faltar algo que aún no sé que es. Tengo la sensación de que ha estado conmigo mucho tiempo, ha marchado, ya no está y sin ello no puedo vivir. Me falta una parte de mí y sé que no volverá…’

Sergio Lara 

Psicólogo Terapeuta 

NºCol.:19697